domingo, 24 de mayo de 2015

5º Microrrelato

Palabras de vocabulario: inmiscuirse, instar y secreto

Yo ya estaba harto de mi hermano; llevaba viviendo conmigo desde que acabó los estudios, no hacía mas que inmiscuirse en mis secretos, y molestarme. Así que le insté a buscar trabajo y, después de mucho esfuerzo, al fin pudo marcharse a vivir su vida.

lunes, 11 de mayo de 2015

domingo, 10 de mayo de 2015

4º Microrrelato

Palabras de vocabulario: impertérrito, amnesia y orquestar.

Aquel impertérrito político, que había orquestado campañas electorales, debates y reuniones, había entrado en estado de amnesia tras estrellarse brutalmente contra otro coche en la S-20. Nadie en su partido se lo creyó cuando llegó a sus oídos la noticia. Pensaron que era una estratagema de sus rivales. Pero, desgraciadamente, era verdad.

martes, 5 de mayo de 2015

3º Microrrelato

Palabras de vocabulario: marquesina, incongruente y fanfarronear

Tras tanta caminata, nos detuvimos a descansar debajo de una marquesina. Mi primo, como de costumbre, comenzó a fanfarronear y a soltar incongruencias y, cuando ya no lo aguantaba más, le mandé a paseo y le dejé tirado.

domingo, 26 de abril de 2015

2º Microrrelato


Palabras de vocabulario: sucinto, antología y hollar.


Estaba muy nervioso Después de todo, era mi primer concierto, y pocas veces había tocado en público. Tras una sucinta actuación, en la que desplegué toda mi antología musical, el público se rindió a mis pies. Y, en ese momento, tuve la sensación de que había hollado para siempre en sus corazones. 

miércoles, 22 de abril de 2015

Microrrelato

Palabras de vocabulario: correveidile, embaucar e ímprobo.

A mí me gustaba mucho una chica, y por eso le pedí a un amigo mío que hiciese de correveidile, porque era una persona que sabía mucho de embaucar y, como estaba convencido de que aceptaría a cambio de dinero, fui a verle y le propuse todo esto. Pero a él le pareció algo muy ímprobo, pues era una joven muy inteligente, y no se dejaría encantar con facilidad. Por tanto, me negó sus servicios.


Creación 3

Las andanzas y desventuras de Bárcenas

Pues sepa Vuestra merced, ante todas cosas, que a mí me llaman «Tarzán», aunque mi nombre completo es José Luis Bárcenas Gutiérrez, mi padre dirigía una sucursal de un banco, y ahora vivo en el  portal número 34 de la calle Príncipe de Vergara de Madrid.



Y como vuestra merced me ha pedido que le cuente el caso por extenso me pareció contarlo desde el principio para que así tenga cumplido relato de mi persona y así vea cuán fácil me ha resultado en esta España de ladrones y farsantes convertirme en mayor de todos ellos y el más celebrado en periódicos, noticias y revistas.




De mi infancia poco tengo que contarle. Solo le diré que desde muy pequeñito trabajaba en una fábrica de Coca-Cola en verano, y que me gustaba (y me gusta) esquiar. Desde entonces me convertí en una persona que  que aprieta los dientes cuchillo en mano dispuesto a todo por llegar a la cumbre.



Apenas entré en la edad adulta tuve desdicha de experimentar lo que es trabajar, y desde que entré en el PP, mi obsesión fue ser el tesorero. Con Lapuerta, ya era gerente, y me encargaba de pagar los congresos del partido. En 2002, con José María Aznar en el Gobierno, ya ejercía como tesorero en algunos actos, y cuando Vuestra Merced daba sus primeros pasos como líder, yo también me encontraba al cargo de los gastos de los eventos. Ya cuando conseguí el puesto de tesorero nacional del Partido Popular, fue lo más de lo más. Ya entonces empezaron a llamarme del 'Bárcenas Dandy'. Tenía acceso a mucha información reservada y, cómo no, a mucho poder.



No tardé mucho en comprobar que podía aprovecharme de todo esto, como ya lo hice de pequeño. Y ahí empezó todo: la corrupción, los engaños, el blanqueo de dinero negro, y cosas así. En esos tiempos empecé a hacer cosas en el extranjero, en Suiza e Italia, y me infiltré en varios chanchullos. Y comencé a enriquecerme, parecía que todo me iba bien.






Pero como la Fortuna es tan caprichosa y no puede quedarse quieta, un día de estos llegó mi desgracia. Y resultó que me descubrieron, pues resultaba que yo había estado relacionado con mil fraudes fiscales, tipo caso Gurtel, el caso Bárcenas, y unas cuantas cosas más que Vuesa Merced conoce, y que no mencionaré. Pues bien, se me acusó de muchas cosas, y al final dimití, y después de varios juicios, fui puesto en chirona. Pero, en enero de este año, conseguí pagar la finanza, y salir de aquel antro.



De lo que aquí adelante me sucediere avisaré a vuestra merced.